El gran momento de Pepe en Telemundo: su tercer lugar en La Casa de los Famosos y el cariño que está recibiendo con Chuy en Juego de Mentiras
¿Cómo te sientes con el tercer lugar en La Casa de los Famosos?
Bendecido, contento y agradecido. En esta ocasión gané incluso perdiendo, y la verdad me queda un gran sabor de boca porque he sentido un cariño impresionante de la gente.
Entré a La Casa de los Famosos para que el público conectara conmigo. No gané ese maletín de dinero; pero mi objetivo era conectar con las personas, mostrarle al mundo cómo soy y mi pasión por la actuación, así que estoy feliz con ese tercer lugar.
¿Con qué te quedas de toda esta experiencia?
Pasaron tantas cosas que dependiendo del día y de cómo me sienta te podría responder algo diferente. Sigo viviendo de una maleta, mi ropa, aún traigo cargando ropa sucia de lo que viví en la casa, y es muy bonito poder contar mi experiencia en medios como Ambiance o los programas de la cadena Telemundo.
Me quedo también con mucho aprendizaje, con mucho conocimiento de mis defectos, de mis virtudes, de mis fortalezas, de mis errores. Soy muy frontal y honesto, y en La Casa de los Famosos reafirmé que se pueden hacer las cosas, avanzar en un proyecto y en la vida sin andar buscando problemas, sin tener que pasar por encima de alguien. Obviamente, tampoco hay que dejarse de nada ni de nadie, pero confirmé que no necesitas causar incomodidad para los demás ni señalarnos o culparlos por lo que sucede en la vida.
También me llevo las grandes amistades que hice en este tiempo, porque siento que estarán conmigo para el resto de mi vida.
Los reality shows siempre son muy demandantes. ¿Cuál fue el momento más pesado de esos 100 días?
El comienzo me costó muchísimo. Pensé que sería de los primeros en salir y, de hecho, hice maleta para 3 semanas, porque estoy consciente de mi forma de ser, porque prefiero observar y escuchar antes de hablar, porque ya no soy tan de estar en la fiesta y el relajo, y mucho menos de complacer a alguien más, aunque yo esté incomodo.
Ya no puedo abrir mi corazón a la primera, necesito sentir que existe ese clic con las personas y si no ocurre procuro irme lento, cuidarme un poco más. Así que de lo más complicado fue integrarme en las primeras semanas.
¿Volverías a participar en un proyecto como este?
No quiero decir “nunca” porque creo que uno se resbala por la boca, uno comete errores con lo que dice y, definitivamente, si la oportunidad se presenta de nuevo, y si los tiempos de Dios me dicen que es el momento de hacer algo similar, sí lo contemplaría; pero ahorita estamos enfocados en retomar la carrera actoral.
Te voy a ser muy honesto: La Casa de Los Famosos me pareció muy difícil; tener una cámara encima de ti las 24 horas del día durante 100 días es una dinámica sumamente fuerte en lo emocional, físico y mental.
Háblanos de tus otros proyectos: Juego de mentiras está teniendo excelentes números ¿cómo es ser parte de una producción original otra vez en Telemundo?
Cuando estaba en La Casa de los Famosos tenía entendido Juego de mentiras comenzaba en mayo, y por eso acepté el proyecto, porque era una bonita oportunidad para que el público me pueda ver cómo es Pepe durante los primeros 3 meses del año.
En la telenovela hago el personaje de Chuy, un jardinero enamorado de la senadora de los Estados Unidos Alejandra Edwards, que es Alicia Machado. Y es una historia que me tocó el corazón, un guion nuevo, una gran dirección, un gran proyecto de Telemundo con actores de la talla de Eduardo Yáñez, Altair Jarabo y pura gente con mucha trayectoria.
¿Esperabas que Chuy recibiera tanto cariño del público?
La gente va a pasar por todo tipo de sentimientos con ese Chuy, y eso es lo que lo hace un personaje distinto, que va a causar mucha controversia por lo que se viene en la historia, y como actor me siento bendecido de que haya llegado a mis manos.
Conociendo más de Pepe
¿Cuántos años tenías cuando entraste al CEA?
Era de los más chicos, tenía 20 años y toda mi vida la había pasado en mi natal Ciudad Mante, Tamaulipas, una ciudad muy pequeña, un pueblito que cuando yo crecí apenas estaban llegando las grandes franquicias.
Cuando llegué a Ciudad de México para irme al CEA, me bajé en la Central del Norte con mis maletas, agarré un taxi y empecé a buscar departamento, y ahí comenzó la historia de mi carrera.
¿Cuál papel marcó un antes y un después en tu carrera?
Ha habido varios: Julio Madrigal en Juro que te amo, Juan Manuel López en Mariposa de barrio y David, el Deivid de Las Morritas en Falsa identidad.
¿La persona que más te sorprendió conocer en La Casa de los Famosos?
Hubo muchas, pero en particular dos. Con Juan Rivera sucedieron cosas que esperaba. Él no me no me eligió a mí como uno de sus amigos; de hecho, él expresó que no le caía bien, que no era alguien que con el que se sintiera a gusto. Yo me sentí triste, fueron momentos complicados y lejos de responder de la misma manera, yo dije que sí lo quería como amigo, que sí me cae bien.
Por cuestiones de estrategia, Juan me nominaba, pero le di tiempo al tiempo, nos pudimos conocer más y me llevó en el corazón a mucha gente de La Casa de los Famosos; pero con Juan Rivera siento que tengo un hermano y hasta la fecha es con el único con el que mantengo una conversación en WhatsApp.
La otra persona sería Madison Anderson porque, sin lugar a duda, fue un regalo dentro de la casa.
¿Hoy das gracias por?
Doy gracias por la vida, por tener a mis padres vivos y poder estar con ellos, por tener la oportunidad de invitarlos aquí, llevarlos allá… Eso le agradezco a Dios: la salud de mis padres y la unión de mi familia.
¿Qué mensaje le darías a alguien que quiere ser actriz o actor? ¿Algo que no se sabe o no se dice mucho sobre tu carrera?
Que estudien porque ser actriz, ser actor es prepararse todo el tiempo, y ahí se darán cuenta si realmente quieren esto.
Como actor siempre estás buscando un nuevo proyecto, y en este mes recibiré noticias sobre si entro a grabar; pero si se posterga o me dicen que no, me voy directo a tomar un curso de actuación. Así es mi dinámica: entre cada proyecto tomo uno curso porque la clave es seguirse preparando. No sólo es tener una cara bonita o un buen físico; se trata de interpretar, de sentir y abrir el corazón con cada historia y personaje.